Tres interrogantes que a menudo la gente se cuestiona sobre la homosexualidad: ¿Cuál es el porcentaje de gais en el mundo? ¿Qué dice la genética al respecto? Y, ¿por qué la evolución no la elimina?
Es cierto que la sexualidad de una persona no debería importar, pues todos deberíamos tener el mismo trato y respeto. Sin embargo, no vivimos en ese mundo ideal, al menos no la comunidad LGBT. Por consiguiente, podemos continuar con este post, y responder a estas preguntas.
Homosexualidad |
¿CUÁL ES EL PORCENTAJE DE GAIS EN EL MUNDO?
Existen diversos factores (políticos y sociales) que obstaculizan el cálculo de personas gais a nivel global. Por ejemplo, las encuestas realizadas han sido hechas en tiempos en los que la comunidad LGBT recién cuenta con cierta aceptación como para responder con total confianza: «Sí, soy LGBT», o «sí, alguna vez tuve una experiencia homosexual». Otro factor es que no todos los países se preocupan por contabilizar a su población LGBT, por lo que no se puede contrastar con la población global que la ONU estima que hay (7 700 millones de personas).
Bandera LGBT |
Alfred Kinsey fue un biológo que, en 1948 publicó lo que se conoce como el Informe Kinsey, donde afirma que el 10% de la población es gay. Pero este cálculo no es del todo cierto, ya que muchos de los encuestados provenían de la prostitución o de las cárceles (población con alta probabilidad de tener experiencias sexuales con los de su mismo sexo), en lugar de provenir de un estudio aleatorio minuciosamente resguardado por la ciencia; por lo que el 10% de la escala Kinsey quedaría bajo una mera hipótesis. Entonces, ¿cuál es el porcentaje real? A continuación presentaremos cifras arrojadas según los gobiernos de América y Europa.
Estados Unidos. Encuestas realizadas por el National Health Interview Survey, en 2013 y 2015, porcentuó a la población de Lesbianas y gais entre un 1.6% a 2%. En tanto el Instituto Williams porcentuó en el 2019 a la población LG y Bisexuales con un 3.5%.
Chile. La encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), registró un 1.54% de personas LGB en el 2015, mientras que en el 2017 ascendió a 1.98%.
México. El Instituto Nacional de Geografía y Estadística de México (INEGI), realizó una encuesta en 2017, donde concluyó que el 1.9% de la población son LGB.
Colombia. En 2015, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), calculó la población LGB de dicho país, encontrando 1% de mujeres no heterosexuales, y 1.8% de hombres no heterosexuales (incluyendo bisexuales en ambos sexos); lo cual conlleva a una suma del 2.8%.
Perú. Estos resultados dejarán perplejos a más de uno. Un estudio realizado entre el 7 y el 25 de noviembre del 2019 por IPSOS Perú, bajo órdenes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se registró un 8% de personas que NO se identificaron como heterosexuales, es decir, que son LGB y Transexuales (incluyendo intersexuales, pansexuales, queers y asexuales). Cabe precisar que esta encuesta tuvo un margen de error del 1.7%.
Canadá. En 2004, se hizo una encuesta realizada por Statistics Canada, la cual arrojó un balance del 1.3% de hombres gais, 0.7% de mujeres gais, y 1.5% de bisexuales (entre hombres y mujeres); lo cual conlleva a un total de 3.5% de personas LGB. Del 2004 a la actualidad, es probable que los LGB en dicho país se sientan más en confianza para responder sobre su sexualidad a encuestas más recientes.
Europa. Dentro de este continente, hubo una encuesta aleatoria en varios países, realizada por Dalia Research, donde concluyó que el 5.9 de europeos se identifica como LGBT. Alemania encabeza la lista con un 7.4%, luego le sigue España con un 6.9%, Reino Unido 6.5%, Países Bajos 6.4%, Francia 5.4%, Italia 4.8%, y Hungría 1.5%.
Población LGBT de Europa |
Queda claro que en muchas de las encuestas realizadas a nivel mundial, no se están contando a las personas que aún no salen del closet. También vemos que, mientras más aceptación hay en los países, mejor es el diagnóstico del porcentaje real, pues la cantidad de LGBT son más elevados en países como Canadá, Estados Unidos, Alemania, España, Reino Unido, Francia, entre otros; a diferencia de aquellos cuya homofobia y estigmatización son más severas como los de Sudamérica —aunque Perú registra un 8% de población LGBT, quienes sintieron confianza al responder sobre su sexualidad, es importante añadir que esa encuesta se realizó en total anonimato, y no en presencia de familiares como fue el caso de las primeras que se hicieron en Estados Unidos. Asimismo, el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), señaló en noviembre del año pasado, en una encuesta que hicieron exclusivamente a la comunidad LGBT, que el 62.7% de ellos había sido víctima de discriminación y/o violencia, mientras que solo el 4.4% de los afectados denunció a la policía—.
Por otro lado, Suecia y Dinamarca son los dos países pioneros en los derechos LGBT (Dinamarca aprobó la Unión Civil entre personas del mismo sexo en 1989, y Suecia en 1995), convirtiéndose en los países con mejor respeto y aceptación para dicha comunidad; iniciativas que hoy, gracias a un estudio del Instituto Danés de Investigación para la Prevención del Suicidio, evidencia que el porcentaje de suicidios en personas LGBT de estos países ha descendido a un 42%. Algo similar sucedió en Estados Unidos cuando se aprobó el matrimonio igualitario: las tasas de suicidios descendió a un 14% en los LGB (el estudio fue realizado por la Universidad de Harvard). Muchos especialistas coinciden en que este descenso se debe al sentimiento de aceptación que la comunidad obtiene cuando ven que los gobiernos no les dan la espalda.
¿QUÉ DICE LA GENÉTICA AL RESPECTO?
Como se sabe, Francis Collins fue director del National Human Genome Research Institut, desde 1993 hasta 2008. Este gran científico estuvo a cargo del primer proyecto sobre el genoma humano. En 2006, Francis Collins sacó un libro, The Language of God (El Lenguaje de Dios), donde escribió lo siguiente: «Un área de interés público particularmente fuerte es la base genética de la homosexualidad. La evidencia de estudios de gemelos apoya de hecho la conclusión de que los factores hereditarios desempeñan un papel en la homosexualidad masculina. Sin embargo, la probabilidad de que el gemelo idéntico de un hombre homosexual también sea gay es aproximadamente el 20% (en comparación con el 2-4 por ciento de los hombres en la población general), lo que indica que la orientación sexual está influenciada genéticamente pero no está cableada por el ADN, y que todos los genes implicados representan predisposiciones, no predeterminaciones», (página 260). Estas declaraciones fueron travestidas por fanáticos conservadores en Estados Unidos, quienes entendieron: «No existe gen gay, entonces se aprende», «es una moda; es un mero capricho con el que hay que acabar». Dichas mentiras se han venido repitiendo de forma sistemática por países de Sudamérica (sobre todo por aquellos cuyos ciudadanos no tienen el hábito de leer, o de buscar información sobre la veracidad de las fuentes). A pesar de todo el esfuerzo que sectores ultraconservadores han hecho para demonizar a la comunidad LGBT, con citaciones falsas y deshonestas, el propio instituto NIH (National Institute of Health) que el mismo Francis Collins dirige, emitió este año un comunicado saludando el mes del orgullo LGBT:
Pero dejando de lado estudios de la década pasada, toca actualizar y analizar lo que, en agosto del 2019 se hizo público: el máximo estudio sobre genética en homosexuales, hecho por la compañía genética de Biobank de Reino Unido, y por la compañía genética 23andMe de Estados Unidos, cuyos resultados salieron en la revista SCIENCE. Aquí se explica que no existe un gen que determine la orientación sexual de un individuo (monogenética), sino todo lo contrario, pues son varios los genes que influyen en este acontecimiento (poligenética). El descubrimiento científico se llevó a cabo con casi medio millón de personas. La Universidad de Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), fueron los encargados de realizar dicho experimento (escanear la composición genética de los participantes). Los resultados arrojaron que son miles los componentes genéticos que podrían relacionarse (entre el 8% y 25%) con las conductas homosexuales en toda la población. Otro dato importante que los investigadores señalaron, es que las personas LGBT podrían ser más susceptibles a las enfermedades mentales debido a las presiones sociales, más NO porque la homosexualidad o la disforia de género sea una enfermedad mental.
¿POR QUÉ LA EVOLUCIÓN NO ELIMINA LA HOMOSEXUALIDAD?
Al haber dejado en claro que la homosexualidad tiene un componente genético, y que no es algo que se aprende, los genetistas parecen haber dicho: «Nuestro trabajo y veredicto sobre la homosexualidad, ya está hecho; ahora toca responder a los biológos evolutivos».
Evolución humana |
Richard Dawkins es considerado uno de los científicos más prestigiosos de los últimos tiempos, conocido por su contribución a la ciencia mediante uno de sus mayores best-seller, El Gen Egoísta (1976). También fue el que acuñó la palabra memética (transmisión cultural que pasa de un cerebro a otro), y tener una vida dedicada a la divulgación científica; entre muchos otros logros. El mismo Richard Dawkins asegura que muchas personas le preguntan sobre la homosexualidad, algo que él responde desde la perspectiva científica: «¿Cómo puede ser que la homosexualidad logre pasar de generación en generación? ¿Por qué la evolución no la elimina? Lo primero que hay que decir es que solo es un problema si es genéticamente heredable. Se necesita evidencia, y para ello, las evidencias provienen de gemelos y mellizos. Si se considera a los gemelos monocigóticos, se encuentra que cualquier cosa (no necesariamente homosexualidad, puede ser altura, peso, habilidad musical, lo que sea): los gemelos son más parecidos entre sí que los mellizos. Esto sugiere que hay un componente genético heredable en la variante de la población, y en el caso de la homosexualidad, sí, también la hay. Si se conoce la sexualidad de un gemelo, entonces hay mayor probabilidad de predecir correctamente la orientación sexual del otro [...] Cuando se habla de un gen para cualquier cosa, sea homosexualidad o algo distinto, no se quiere decir que el gen inevitablemente tiene ese efecto. Un gen solo tiene el efecto esperado en el ambiente adecuado. Así podría ser que el efecto que causa que un hombre sea homosexual en el ambiente civilizado, no tenga ese efecto en un ambiente distinto [...] Quiere decir que el efecto de un gen no está inevitablemente ligado a él, pero depende del ambiente en que el individuo se desarrolla». La explicación que Richard Dawkins brinda, se le conoce como epigenética (comportamiento de los genes en un determinado ambiente).
Como se puede ver, existe una variedad genética que se ha mantenido en la población a lo largo del tiempo, junto a factores ambientales y hormonales en la homosexualidad, por lo cual, todo ello evidencia un proceso evolutivo. Pero siguiendo con la evidencia empírica de la ciencia, múltiples estudios con gemelos, explican que, si uno de ellos es homosexual, el hermano heterosexual tiene mayor probabilidad de conseguir parejas sexuales, y por ende, ayudar a continuar con la descendencia de la especie. Dicho factor genético promovería la homosexualidad y la fecundidad en los individuos. Mientras tanto, en las mujeres, los mismos factores las harían buscar pareja con ciertas características femeninas en los hombres para tener descendencia. Este mecanismo es conocido por los biológos evolutivos como Sobredominancia Genética, la cual demostraría, no solo que la homosexualidad es natural, sino también que la evolución no la eliminará (a no ser que se vuelva innecesaria).
En conclusión, es más que evidente que la ciencia ha logrado catapultar los bulos de los ultraconservadores con respecto a la diversidad sexual, y lo ha hecho por goleada. Como dijo Fah Sathirapongsasuti, científico de la compañía genética 23andMe: «Es una parte natural y normal de la variación en nuestra especie, por lo que respalda precisamente la posición de que no deberíamos tratar de desarrollar la 'cura' gay. Eso no le interesa a nadie».
Como dijimos al principio, la sexualidad de las personas no debería importar, pero mientras exista gente que crea que la puede cambiar (yendo contra lo establecido por la naturaleza), por medio de las terapias de conversión, las cuales han sido responsables de innumerables suicidios; mientras existan países que aplican la pena de cárcel para la comunidad LGBT o, incluso, pena de muerte, entonces la visibilidad y la lucha debe ser una praxis constante. Por otro lado, ser LGBT no significa pertenecer a un partido político, que hayan partidos de derecha o de izquierda que enarbolen la bandera arcoiris a conveniencia, no significa que esta comunidad sea manipulada por ideologías o fuerzas políticas; la única fuerza que la mueve (aparte de la evolución por selección natural), es la fuerza del amor y la igualdad (en deberes y derechos), tal y como lo hace, el resto de la población.